Manuales

En México, existen abejas que tienen el aguijón tan reducido que no pueden picar, se llaman abejas sin aguijón o meliponinos. Hay alrededor de 400 especies de abejas sin aguijón nativas en las zonastropicales y semi-tropicales de Latinoamérica. La crianza de estas, o meliponicultura, data de tiempos prehispánicos. Varias culturas indígenas, desde México hasta Argentina, han criado meliponinos aprovechando su rica miel, cerumen y propóleo para usos medicinales y rituales, entre otros. Hoy la meliponicultura sigue siendo una signifi cativa actividad cultural y ambiental. Este manual muestra de forma sencilla y accesible el manejo tecnifi cado de dos especies: Melipona beecheii y Scaptotrigona mexicana. La información aquí reunida también invita tanto a meliponicultores como a los amantes de estos valiosos insectos polinizadores a adentrarse en el mundo de las abejas sin aguijón, aprendiendo de su naturaleza, diversidad e importancia.

Qué nos dice la relación entre la gente y las abejas sobre el origen de nuestras culturas y de nuestras formas de habitar el mundo? ¿Qué nos prueba el declive de estos y muchos otros insectos respecto a la modernidad y nuestros estilos de vida? ¿Qué nos revela de las comunidades rurales actuales el que mujeres y hombres que dependen de las abejas vayan a los tribunales a defender sus territorios? Las abejas —carismáticas voceras de una diversidad biológica amenazada como
nunca, y sin embargo, corazón de un tesoro cultural heredado y desarrollado durante siglos a través de las generaciones— tienen mucho que transmitir a quienes se detienen un rato a observarlas y, desde luego, a quienes quieran escuchar a las personas que conviven a diario con ellas.
La presente edición de Ecofronteras se propone captar y restituir estos mensajes enviados por las abejas y la gente que trabaja con ellas en el campo, por medio de
seis artículos que nos permiten explorar seis perspectivas de abordaje. Para comenzar, se ofrece al lector un texto para conocermás sobre la importancia de las abejas.

Históricamente, la agricultura orgánica tiene sus precursores en los naturalistas que mantenían un acercamiento hacia la naturaleza
tanto productivo como filosófico. Justus von Liebig (1803-1873), considerado el inventor de la agricultura orgánica escribía que “el agricultor racional debe examinar si sus métodos están en armonía con ciertas verdades y leyes naturales, o si por el contrario las dañan; debe tener en mente constantemente que el objetivo de una verdadera práctica agrícola no debe estar orientado solamente hacia la obtención de los mayores rendimientos, sino también a hacer posible que esos altos rendimientos se mantengan”.

Durante largos períodos, los bosques han tenido cambios sustantivos debido a la explotación y uso de los recursos naturales. Hoy en día, es notable el acelerado crecimiento demográfico en las diferentes zonas de Mesoamérica, lo cual ha traído como consecuencia procesos acelerados de destrucción. Entre las causas se pueden mencionar la tala ilegal, el tráfico de flora y fauna silvestres y los incendios, provocando el avance de la frontera agrícola.La agricultura y las actividades pecuarias, junto con los procesos urbanísticos, son las principales actividades humanas que degradan el ambiente y afectan la estructura y el funcionamiento de los procesos e interacciones existentes de los ecosistemas implicados. En los últimos años el modelo agrícola actual, ha contribuido enormemente en la contaminación de aguas superficiales y profundas, aumento de la deforestación y empobrecimiento de los suelos agrícolas, lo cual pone en riesgo la vida del planeta.

Las abejas aman las fores y a los humanos nos seduce su miel. Cuando los hablantes del idioma castellano queremos referirnos a esos carismáticos insectos sociales que producen miel y cera, empleamos el término abeja. Los entomólogos (científcos especializados en el estudio de los insectos) las llaman antóflos (del latín anthophilus) que signifca “los que aman las fores”. Por ello, desde tiempos muy antiguos se conformó una red entre las personas, las abejas y las plantas con fores.Existen muchos tipos de abejas en el mundo, en el continente americano y en México en particular.

Dentro de la República Mexicana, el sureño estado de Oaxaca resalta por su diversidad biológica, cultural y agroecológica. ¿Cuáles son y en dónde habitan las abejas sin aguijón (o meliponinos) de Oaxaca? ¿Cómo es la relación del humano con las abejas nativas en este territorio? ¿Cuál es la problemática y las alternativas para la conservación de estos útiles insectos? Éstas y otras preguntas se responden en este pequeño y contundente libro.Antes de abordar cada uno de los tópicos mencionados sobre los meliponinos de Oaxaca, se requiere conocer el contexto (su biología, los productos que la especie humana obtiene de ellos y aspectos generales de su manejo).

La presente Guía tiene la finalidad de presentar los parámetros climáticos que se han identificado que afectan la producción y la calidad de los productos de las abejas, así como algunas acciones y experiencias, implementadas por apicultores de diferentes partes de Latinoamérica, diseñadas para tratar de disminuir el efecto de dichos parámetros sobre la actividad apícola. De la misma manera, considerando que la salud y condiciones propias de las abejas son fundamentales para afrontar la situación climática adversas, el documento presenta una Guía de buenas prácticas de manejo apícola, teniendo en cuenta el contexto del cambio climático para una producción sustentable y de calidad.

La construcción de la Guía se realiza en colaboración con El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) de México y al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, quienes invitaron a un conjunto de organizaciones apícolas de diferentes países de Latinoamérica a completar una encuesta sobre el contexto de la apicultura bajo las condiciones de cambio climático. Las respuestas y opiniones vertidas por un total de 33 organizaciones de 6 países (México, Guatemala, Nicaragua, Chile, Uruguay y Argentina) fueron los insumos para identificar las principales condiciones climáticas que afectan la apicultura, así como las acciones y experiencias para intentar disminuir su efecto sobre la producción de las abejas y la calidad de los productos. Los resultados de la encuesta fueron analizados, sistematizados y ordenados para el diseño y estructuración de la presente Guía.

Este libro es un informe sobre el contexto internacional y el panorama nacional de los llamados plaguicidas altamente peligrosos. Los plaguicidas son un concepto genérico que incluye a las sustancias tóxicas que se denominan insecticidas cuando se busca controlar insectos, fungicidas cuando se trata de hongos, o herbicidas en el caso de plantas indeseables, entre los usos más generalizados. En este informe nos referimos a los plaguicidas de síntesis química que debido a sus características particulares de peligrosidad pueden provocar daños a la salud y el medio ambiente, a corto o largo plazo, por lo que algunos forman parte de convenios ambientales internacionales y un gran número de ellos están prohibidos en otros países, aunque se autorizan en México.

Las abejas son una riqueza fundamental del México contemporáneo, y en particular en la región sureste. En términos biológicos, México posee más de 2000 especies de abejas, es decir casi 10% de la diversidad mundial. Estas abejas ocupan un papel muy importante en la polinización de la flora silvestre y de la permanencia de los ecosistemas.

Además de su importancia ecológica, las abejas juegan un importante papel en la economía agrícola y la seguridad alimentaria, a través de la polinización de los cultivos. A nivel mundial, se estima que 90% de las plantas silvestres, 75% de los cultivos y 33% de las tierras cultivadas dependen de la polinización por abejas en cierta medida (IPBES, 2016). En México, el servicio ambiental de polinización se ha valorado en 80 mil millones de pesos, más de 18% del valor de la producción agrícola mexicana. Por otro lado, la producción de miel también es muy importante a nivel económico. México es el tercer exportador mundial de miel.