skip to Main Content
Democratización, Pobreza Y Justicia Energética 

Democratización, pobreza y justicia energética 

En México como en el mundo, hace falta reducir la dependencia de energía fósil para satisfacer las necesidades energéticas de la población. Esto quiere decir que hay que diversificar las formas de generar energía, buscando remplazar generación a partir de combustóleo, carbón petróleo, por energías renovables como la hidráulica, solar, geotérmica, eólica, biomásica, azul, por mencionar algunas.

Actualmente los sistemas energéticos son anticuados, y la distribución de energía, tanto a escala global como en los países es injusta e inequitativa. Que la transición energética resulte en una generación y distribución justa y equitativa de la energía depende de la democratización energética.

¿Qué es la democratización energética?

Democratización energética es el proceso de incidir en la toma de decisiones que lleva a la justicia energética. Esta justicia incluye diferentes elementos, sobre todo que toda la población pueda satisfacer sus necesidades que le permitan vivir dignamente y que también los impactos de la generación de la energía se distribuyen de manera equitativa. También, que sea justa en como trata a la población y las comunidades en la toma de decisiones con respecto a la energía (Sovacool and Dworkin, 2014).

En cuanto a la distribución justa, el objetivo es que no haya pobreza energética. Pobreza energética significa que el acceso a energía de calidad es insuficiente y no permite una vida digna y saludable. Actualmente, según estudios de García-Ochoa and Graizbord (2016), en México aproximadamente el % de la población vive en pobreza energética, y en Tabasco, unos d ellos estados más favorecidos en cuanto a recursos energéticos, 49,6 % de los hogares vive en pobreza energética.

La pobreza energética afecta más a unas personas que a otras. Sobre todo, las mujeres son afectadas por la pobreza energética, ya que el uso de leña, frecuentemente de mala calidad, en fogones rudimentarios y en condiciones precarias, genera impactos negativos en la salud. La pobreza energética en los hogares es también causa de desigualdad en oportunidades. Por ejemplo, al no disponer de luz o una conexión estable a la red eléctrica, se limitan las posibilidades de estudiar, de acceder a internet y los medios de comunicación, etc. No solamente afecta la pobreza energética directamente en los hogares, sino que también causa que emprendimientos familiares e iniciativas comunitarias prosperen difícilmente y no contribuyan a la economía familiar y comunitaria como sería posible de no haber pobreza energética.

Temas principales de la justicia y democratización energética

La desigualdad energética es sin duda el aspecto fundamental a resolver al rehacer el sistema energético irracional y prehistórico actual – data de otras épocas. Hace falta considerar los aspectos ambientales, sociales, culturales y de derechos de la población. Por ejemplo, incluye que la selección de sitios para generar energía considera libertades civiles y que se informe de una manera apropiada a las comunidades.

La tabla 1, elaborada a partir de Sovacool and Dworkin (2014), resume los temas principales de la justicia energética. Estos todos deben de tomarse en cuenta, donde en un contexto particular se puede enfatizar más uno u otro tema. Por ejemplo, al establecer grandes infraestructuras energéticas, es particularmente importante que haya procedimientos claros y justos sobre cómo se pueden afectar y defender los derechos de las comunidades, lo que también se llama justicia de procedimientos.

TemaRelevancia para la justicia/democratización energética
Eficacia energéticaQue la generación y distribución sea eficiente, para que se contribuya máximamente a la satisfacción de las necesidades humanas.
Externalidades de la energíaQue genera el mínimo de afectaciones negativas a la población (contaminación, emisiones)
Derechos humanos y conflictos socialesRespeto a los derechos humanos en la generación, distribución y uso de la energía, sobre todo en lo referente al acceso a los recursos energéticos
Procesos de decisiónConsentimiento informado en relación con la selección de sitios para establecer infraestructura energética y justa representación de los actores en la toma de decisiones con respecto a la energía.
Pobreza energéticaHacer efectivo el derecho a poder acceder a energía de calidad y suficiente para que las personas pueden realizar sus objetivos de una vida con sentido y digna.
Recursos energéticosQue considera que hay que hacer un uso responsable y mínimo de recursos energéticos, con tal de conservar energía para las futuras generaciones
Igualdad de géneroHombres y mujeres se relacionan frecuentemente de manera diferente con la energía, y las necesidades energéticas varían entre los sexos, siendo necesario explicitar y considerar estas diferencias
Cambio climáticoTiene un aspecto generacional, en el sentido de evitar daños por generación irresponsable de energía, así como evitar desastres alimentarios, migración forzada, desastres naturales etc.
Tabla 1. Temas centrales de justicia y democratización energética

Democratización energética en Tabasco: un proyecto en curso

En marzo 2022, ECOSUR, Alternativas de Vida Solidaria A.C. y Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), en colaboración con la Universidad Politécnica del Golfo de México (UPGM), iniciaron el proyecto PRONAII (Proyectos nacionales de Investigación e Incidencia) “Plataforma multi-actor para la democratización energética desde iniciativas de economía social y solidaria en comunidades rurales-urbanas en Tabasco”. en los municipios de Cunduacán, Comalcalco, Jalpa de Méndez y Nacajuca. Es financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).  En este proyecto se quiere generar experiencias piloto en los cuales la población de Tabasco influya en la producción y distribución de energías, y aborda algunos de los diferentes temas mencionados en la tabla 1, de acuerdo con el contexto social y cultural tabasqueño. Cabe mencionar que el camino es largo y que no se termina con el proyecto (en noviembre 2024). En el proyecto realizamos algunas acciones que consideramos contribuyan a la democratización energética.

En el proyecto parte de lo siguiente:

  • Punto central es la pobreza energética, que afecta el 49.6 % de la población estatal, y que esto se haga de una manera participativa y democrática. Para ello, se trabajará con cooperativas de artesan@s, carpinteros, chocolateras, productores de cacao y productores de mangle, dado que estas tienen una proyección colectiva además de una amplia experiencia organizativa. Esto brinda las mayores posibilidades de instrumentar alternativas energéticas de manera exitosa. Con estas cooperativas se identifican las necesidades energéticas y se idean las alternativas.
  • Se pueden aprovechar fuentes de energía localmente disponibles. Incluye la energía solar y fotovoltaica, pero no solamente. También está la leña y el biogas a partir de biomasa; también puede producirse carbón de manera ecológica y leña de calidad en combinación con estufas ecológicas. Todo ello en la búsqueda de combinaciones de formas locales de generación y uso de energía, de acuerdo con las condiciones naturales y sociales regionales, que complementen la distribución y el uso de energía de la red eléctrica a cargo de la CFE.
  • Hace falta relacionar la generación y distribución de energía, con el buen manejo y la restauración de los ecosistemas y agroecosistemas en el territorio de las comunidades. Posibilidades en este sentido pueden darse a partir de la conversión de biomasa de plantas invasoras de los cuerpos acuáticos en energía en forma de comprimidos o biogas; la incorporación de especies arbustivas y arbóreas de buena calidad de leña en los sistemas agroforestales y en general en el paisaje productivo; la producción limpia de carbón vegetal a partir del manejo ecológico de reforestaciones de mangle; y otras.
  • La transición energética implica corresponsabilidad de la población en la generación y distribución de la energía y su uso eficiente, a partir de sus necesidades, con una perspectiva de justicia, de género y de conservación ecológica, siempre considerando la cultura e idiosincrasia regional.
  • Se requiere de la intersectorialidad en la democratización energética, por lo cual se busca la participación en el proyecto de los municipios, instituciones afines a la temática (Secretaría de Bienestar, SENER), programas sociales afines, empresas y academia.
  • Hay que apostar a la capacitación y el intercambio de saberes en temas de transición y democratización energética. Donde es crucial formar un colectivo de jóvenes que puede acompañar iniciativas en esta dirección, tanto con asesoría técnica como en el aspecto social.

Fuentes:

  • García-Ochoa R, Graizbord B (2016) Caracterización espacial de la pobreza energética en México. Un análisis a escala subnacional. Economía, sociedad y territorio 16:289-337
  • Sovacool BK, Dworkin MH (2014) Global Energy Justice. Problems, Principles, and Practices. Cambridge University Press, Cambridge

Galería

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top